Los precios de los piensos y concentrados para alimentación del ganado vacuno han aumentado su precio entre un 20 y un 25% en lo que va de año.
Este incremento, motivado por las elevadas cotizaciones que registran las materias primas con las que se elaboran, provoca que cada vez más ganaderos se vean obligados a recurrir a productos alternativos con los que poder mantener sus vacas a unos costes razonables. Uno de los más demandados es el bagazo de cerveza, una especie de pasta húmeda que resulta del proceso de prensado y filtración del mosto que se obtiene de la cebada.
Si bien su producción, resulta insuficiente para abastecer toda la demanda que se ha creado en los últimos tiempos. «Nosotros, como es lógico, no nos dedicamos a la fabricación de bagazo, por lo que nuestra producción no aumenta por la demanda que de él tengan los ganaderos, sino por las alteraciones del consumo que registra nuestra cerveza en los mercados», señala.
Este directivo de la factoría cervecera reconoce que, si bien en los últimos meses han aumentado las llamadas de personas interesándose por la compra de bagazo, la empresa dispone de un catálogo de clientes a los que vienen sirviendo desde hace años y, aunque les gustaría contentar a todo el mundo, resulta «prácticamente imposible».
En el éxito del bagazo se han aliado, además de su importante contenido en proteína -que llega a superar el 25%-, su atractivo precio en comparación con otros alimentos con similares valores nutricionales. Tanto es así, que el costo de un kilo de pienso puede llegar a multiplicar por seis el que registra el bagazo de cerveza.
Seis veces más barato